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Salud mental en 2021: luces y sombras

El Covid-19 ha puesto a prueba nuestro bienestar, en una época marcada por la incertidumbre y el miedo



Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental puede considerarse como aquel estado de bienestar en el cual “la persona realiza sus actividades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad”. A lo largo de la historia, las personas con enfermedades mentales han sido continuamente sometidas a discriminación, e inclusión persecución, a pesar de ser algo que ha estado siempre presente y ha ido evolucionando a la par que el ser humano.


Desde exorcismos hasta lobotomías, afortunadamente el ser humano ha ido perfeccionando sus técnicas para poder ayudar a las personas que padecían estas enfermedades. A partir del siglo XIX se comenzaron a implementar técnicas basadas en la terapia moral y emocional, y se dejaron atrás los tratamientos basados en la tortura y el abandono.


Desde esos tiempos, y hasta el día de hoy, hemos conseguido grandes avances gracias a los estudios en psicología, la especialización de los profesionales médicos y el desarrollo de ciertos psicofármacos. Esto nos sitúa bajo un escenario infinitamente mejor respecto al pasado, pero no significa que todo el trabajo esté hecho.


Pandemia y desafío mental


El Covid-19 ha conseguido otorgarle a la salud mental el estatus de prioridad social que le corresponde, un hecho que hasta el momento nadie ni nada había sido capaz de lograr. Hoy en día, ya es posible ver cómo el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fundamenta los planes de acción frente al virus en torno a tres pilares: evitar más contagios y muertes a causa del virus, la recuperación economía y la protección de la salud mental de las personas. Y es que nadie puede afirmar que el confinamiento vivido en marzo de 2020 haya sido positivo para su mente. Los problemas de salud física, el aislamiento social y el desequilibrio de la vida personal y profesional provocaron una ola de problemas mentales en la población, que poco a poco han ido dejando marca en nuestro día a día.




Mucho por avanzar


En la actualidad, las personas gozan de muchas mas oportunidades y conocimientos para poder hacer frente a este tipo de problemas. La salud mental ha conseguido ganarse un espacio en muchos ámbitos en los que no era tenida en cuenta, como es el caso de los medios de comunicación, el deporte y las propias redes sociales. Como resultado, algunos políticos parecen haberse puesto al día para introducir estos temas en su agenda, con el fin de aportar soluciones a todas aquellas tareas que, a día de hoy, aún quedan sin resolver.

Para una gran parte de la sociedad, admitir la depresión o la ansiedad puede parecer síntoma de “debilidad”, y esto es debido a la herencia cultural que recibimos de nuestro pasado. Se ha avanzado, pero aún queda camino hasta conseguir que las personas puedan hablar abiertamente y sin complejos de unas cuestiones que están más presentes que nunca en las sociedades.




El suicidio: la otra pandemia


Hace ahora un poco más de un mes, la muerte de la actriz Verónica Forqué ha puesto el tema del suicidio en portada de todos los medios de comunicación nacionales, a la vez que ha generado un intenso debate entre los usuarios de las redes sociales. Muchas personas culparon al programa Master Chef, uno de los concursos más vistos de la televisión en España, de no haber actuado ante el estado que presentaba la actriz en las últimas apariciones, pues ella misma abandonó la grabación alegando que no se encontraba bien, y que necesitaba parar.


Los últimos datos del INE acerca del suicidio sitúan a España en una tasa superior a 8 por cada 100.000 habitantes, frente a los 10,5 de Europa (convirtiéndose en la primera causa de muerte no natural según la OMS). A raíz del fallecimiento de Verónica Forqué y todo el revuelo causado, muchos expertos salieron a recordar que el suicidio es un problema muy complejo y en el que pueden intervenir una gran cantidad de factores, al contrario de lo que suele pensar la población (que siempre busca achacarlo a una causa concreta).




Trabajo de todos


Es necesario focalizarse en las soluciones y no frivolizar respecto a este tipo de temas, pues los tabúes y la desinformación también cuestan vidas. Es responsabilidad de todos formar una sociedad en la que las personas puedan expresar cómo se sienten, sin miedo a ser estigmatizados ni rechazados.



Hojas de cálculo con los datos y fuentes empleadas:


Unicef, Organización Mundial de la Salud (OMS).




1 Comment


angelvizoso
angelvizoso
Jan 27, 2022

La construcción del relato es adecuada, pues todas las secciones aportan información nueva y valiosa para entender la temática propuesta. Además, hay una buena coordinación entre las partes de texto y los materiales gráficos.


En cuanto a estos últimos, señalar que mantienes una línea cromática común a todo el proyecto, lo que nos sirve de vehículo incluso entre materiales que no provienen de las mismas aplicaciones. Eso sí, de cara a proyectos futuros sería oportuno "relajar" la tonalidad de los rojos en las partes en las que vayan a ir acompañados de texto, pues en cierta medida "se comen" todo aquello que les ponemos encima.


Finalmente, comentar que el mapa sigue una escala de color muy acertada. Gracias a ella…

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