La prevalencia de los trastornos del neurodesarrollo en la población infantil

• Sólo se detectan el 10% de los casos en la escuela pública y el 30% en la privada y concertada.

• El 44% de los pacientes diagnosticados con este tipo de patologías tienen que acudir a los servicios privados.

Fotografía: El País

La Asociación Americana de Psiquiatría estima que la prevalencia de los trastornos del neurodesarrollo en la infancia, como TDAH o dislexia, se sitúa entre un 15% y un 20%. Si nos preguntamos por la frecuencia en España, a la par que en algunos países de nuestro entorno, se estima que un 16% del alumnado presenta algún tipo de trastorno del desarrollo neurológico, lo que constituye la principal causa de discapacidad en gente joven. Esto quiere decir, a efectos prácticos, que en una clase de primaria o secundaria hay, de media, tres o cuatro alumnos que presentan alguna de estas patologías.

Pero, pese a estas cifras, un estudio reciente realizado por médicos de los hospitales Vall D’Hebron y Sant Joan de Deu tras años de seguimiento a alumnos de varios centros educativos de Cataluña, concluye que 1 de cada 5 menores padecen un trastorno de este tipo: solo se detectan el 10% de los casos en la escuela pública y el 30% en la concertada o privada.

Pero, primero, ¿qué se entiende como trastorno del neurodesarrollo? El Manual Diagnóstico y Estadístico de la Sociedad Americana de Psiquiatría (DSM) reúne dentro de este grupo las alteraciones de la comunicación, el trastorno del espectro autista, trastornos del aprendizaje o el trastorno de déficit de atención con hiperactividad, el más diagnosticado a nivel global. ¿Y qué tienen en común todos estos? Son trastornos con base neurológica que pueden afectar la adquisición, retención o aplicación de habilidades específicas. Es decir, consisten en alteraciones en la atención, la memoria, la percepción, el lenguaje, la resolución de problemas o la interacción social.

Los especialistas concuerdan en que la falta de detección se puede deber a la falta de recursos tanto en el sistema educativo como en los centros de atención primaria. Las cifras son llamativas: según el informe Prevalencia de trastornos del neurodesarrollo, comportamiento y aprendizaje en Atención Primaria, de la Asociación Española de Pediatría, el 44% de los pacientes diagnosticados con este tipo de patologías tienen que acudir a los servicios privados, un indicador de que los medios públicos disponibles pueden ser insuficientes.

En Galicia hay menos de tres psiquiatras infantiles por cada 100.000 menores, lo cual sitúa a la comunidad entre las tres comunidades españolas que menos invierten en este campo. En la actualidad, existen 33 unidades de Atención Temprana en funcionamiento, que abarcan 160 ayuntamientos y que, según la Xunta, atienden a unos 1500 menores. La mayoría de ellas, distribuidas en torno a los grandes núcleos poblacionales. A mayores, tras la pandemia, la burocracia y las listas de espera retrasaron los tratamientos una media de un año

Pese a no haber muchos datos de las cifras por zona, el diagnóstico no es igual en cada territorio. Por ejemplo, según el INE, el 0,33% de la población española está diagnosticada con autismo. No obstante, las cifras varían de una región a otra. Mientras que en Murcia la prevalencia es del 0,72%, en Cataluña es del 0,3% y en Galicia es del 0,09%. Lo mismo sucede comparando los datos correspondientes al TDAH. En Andalucía la prevalencia se sitúa en un 5%, mientras que en Valencia asciende hasta un 8% y en Canarias es de un 4,9%. Igualmente, a nivel global, las tasas son más altas en EE.UU, un 8,1%, que en Irak, un 0,1%. En realidad, no se trata de que haya más o menos niñas afectadas, sino de factores como el acceso al sistema de salud, los criterios de diagnóstico que se apliquen y las pautas culturales de los padres.

Tdah, el más diagnosticado

El TDAH es el trastorno del neurodesarrollo más diagnosticado. Aunque es difícil que los datos concuerden, afecta entre al 5% y 10% del total poblacional. Los síntomas del TDAH se agrupan en inatención, hiperactividad e impulsividad. La inatención se hace presente, por ejemplo, en no prestar atención a los detalles, dificultades para organizar tareas y prestar atención a largo plazo o la incapacidad de seguir instrucciones. La hiperactividad, por su parte, se manifiesta, por ejemplo, cuando el niño corre o salto en situaciones en las que no debería o la incapacidad de quedarse sentado en su asiento. Por último, algunos de los rasgos de la impulsividad son el hablar demasiado y sin pensar, no respetar los turnos e interrumpir a los demás.

¿Qué pasa en el colegio?

Aunque en la mayoría de los casos son las familias las primeras en sospechar, también es común que la problemática se manifieste por primera vez en el colegio. Cuando es así, se hace una evaluación por el equipo de orientación, pero para tener un diagnóstico médico son los padres quienes tienen que llevar al niño a su centro de salid. En Galicia, la cantidad de especialistas se determina en función del volumen de alumnado que necesita esa ayuda. Como base, es obligatorio contar con dos equipos de atención temprana, compuestos por Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje. El número de profesores de apoyo en cada área depende de lo grande que sea el colegio, por eso, en mucho solo hay un especialista de cada para toda primaria. Los profesores de apoyo, además de trabajar unas cuantas horas a la semana con los niños, les proporcionan a los tutores las técnicas necesarias para tratarlos en el aula.