Desde mediados de los 80, la implantación de un tope en los contratos de los jugadores condiciona tremendamente el devenir de la liga, encontrándose ahora mismo en un crecimiento imparable
Por Pablo Díaz Cuiña
La NBA está considerada en la actualidad como una de las mejores competiciones deportivas del mundo por el público general. Esto se sostiene sobre varios pilares, siendo uno de ellos el organigrama económico que limita y conduce las decisiones que pueden tomar las 30 franquicias que la componen. Un sistema que tiene su gran baluarte en el límite salarial, que junto a otras estrategias limita los contratos que puede firmar la franquicia. Ésta es una forma de asegurar la igualdad y, como consecuencia, que veamos nuevos equipos compitiendo por el anillo con el paso de los años, al contrario que otras ligas donde los más poderosos económicamente son los que suelen optar a los entorchados.
El origen
Hubo un primer intento para introducir una herramienta de este estilo en los años 40, que la NBA desechó tras sólo un año de experiencia a sus espaldas por la desconfianza que generaba en los equipos. Tras esta intentona inicial, tuvieron que pasar 40 años para volver a ver algo similar. Fue en la temporada 1984-85 cuando se implantó de forma definitiva el límite salarial, tras el nombramiento del siempre recordado David Stern como comisionado de la liga. Su razonamiento sobre esta medida era muy claro: se utiliza para buscar la igualdad en la competición.
La evolución
En esa primera temporada bajo la nueva normativa, sólo 11 jugadores en la NBA cobraban cifras por encima del millón de dólares, y sólo 2 cobraban más de dos millones (el más pagado era Magic Johnson, con 2,5). Se trata de una cifra impactante, sobre todo teniendo en cuenta que en la actual temporada, Stephen Curry cobra 20 veces más que el que fuera en su momento jugador de Los Angeles Lakers.
Sin límite salarial, los equipos podían firmar a cualquier jugador sin precio tope, algo que provocó casos como el fichaje de Scottie Pippen por unos Bulls que ya contaban con la figura de Michael Jordan en sus filas. Este tipo de transacciones llegaron a su fin con la nueva medida, que en un principio provocó sólo pequeños cambios en los salarios de los jugadores más cotizados, si bien los más beneficiados fueron los equipos "pequeños" que pudieron optar a firmar jugadores más talentosos a los que no habrían podido optar antes.
Con la progresión de la NBA como producto, los equipos empezaron a recibir grandes beneficios económicos por el nuevo límite salarial. Estos beneficios también provocaron repercusiones en la propia medida, que ha ido aumentando prácticamente año a año desde entonces. Desde la primera temporada de implantación hasta el año 2002, el límite pasó de 3,6 millones de dólares a 42,5, un incremento del 1.081%. Se trata de un una subida brutal, pero que parece hasta pequeña si se compara con el cambio que ha habido desde ese año hasta la actualidad, donde el "salary cap" se sitúa ya en 112,4 millones.
Situación en la actualidad
Este contexto de expansión global sitúa a la liga en una situación altísima en cuanto a inversión económica se refiere. A los datos de evolución del límite salarial se suman otros como el salario medio del jugador NBA, que actualmente se sitúa en los 8,25 millones de dólares, cuando en 1991 ni siquiera llegaba al millón (875.000 dólares), tal como cuenta la web RunRepeat.
Esta evolución de la cantidad invertida en conformar las plantillas se ve de forma muy clara, aunque de vez en cuando se dan casos curiosos como podría ser el de Oklahoma City Thunder, que esta temporada posee un límite salarial tan escaso que tendrá que absorber contratos antes de que finalice el período de traspasos. En caso de no poder llegar a los 101,73 millones que exige la NBA (el 90% del tope), la franquicia tendrá problemas en los despachos para solucionar la situación.
¿Y quiénes son los más pagados de la NBA 21-22? Entre ellos se encuentran tres bases, dos jugadores altos, y todos ellos son estadounidenses. El ranking está comandado por Stephen Curry, el base de los Golden State Warriors que recogerá este año 45.780.966 dólares en lo que es el contrato más lucrativo de la historia. Tras él, aparecen nombres ilustres de la competición, aunque cada uno recibe un contrato más o menos acorde a sus circunstancias actuales.
De hecho, entre los nombres de la lista de los más pagados se puede encontrar algún caso que sería definido en el mundillo NBA como un contrato tóxico, un término que se atribuye a un jugador que en su momento firmó un contrato alto para las prestaciones que actualmente presta sobre la cancha. Las lesiones de larga duración pueden provocar que aparezca este fenómeno, pero en otros casos simplemente hay jugadores que no responden a lo que se espera de ellos.
Si echamos la vista atrás y nos fijamos en los jugadores que más han ganado durante toda su carrera, también nos topamos de frente con que lo actual es lo que más dinero genera. 7 de los 10 jugadores que ocupan la clasificación todavía están en activo, y seguramente acabarán aumentando la cifra para superar a los que ya se han retirado del baloncesto. Se da también la casualiadad de que sólo 2 de estos 10 han pasado la carrera completa en una sola franquicia.
El caso Jordan
Fuera de toda esta estadística que demuestra que la NBA actual mueve más millones que nunca, hay un fenómeno concreto que provoca que Michael Jordan, el mejor jugador de la historia para gran parte del fanbase, también siga reinando en este terreno. En el año 1996, Jordan firmó 30,14 millones de dólares, un contrato chocante teniendo en cuenta que el año anterior solo había recibido 3,85. Al año siguiente, recibió 33.14. Esto fue un acontecimiento inédito hasta el momento, y que además superaba por completo el límite salarial de aquella época, que estaba situado en los 24.3 millones. Los Bulls pudieron permitirse esta firma porque Jordan ya pertenecía a la franquicia y no existían aún los contratos máximos, el límite se aplicaba a los jugadores llegados de otros equipos.
Ese contrato todavía se mantiene como el más grande de toda la historia de la NBA si se tiene en cuenta la inflación. Ajustando esos 33.14 millones a la inflación actual, la cifra subiría hasta los 55.72 millones, superando en casi 10 millones la cantidad que cobrará Stephen Curry este año.
Estos datos pueden dar a entender que Air Jordan gano una fortuna en su carrera baloncestística, pero no fue así. Más allá de estos dos años donde el escolta firmó contratos estratosféricos para su época, el resto de temporadas estuvieron muy por debajo. Tanto que la cifra final de sus ingresos apenas superaron los 94 millones de dólares.
En conclusión, la economía que envuelve a una de las competiciones más mediáticas del mundo no deja de dar cambios de guión, y actualmente se encuentra en un momento de crecimiento meteórico. La cuestión está en saber si en algún momento explotará la burbuja.
Fuentes empleadas:
Las bases de datos usadas para el reportaje son de elaboración propia, tras recopilar datos en HoopsHype.
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Como oco para a mellora sinalaría a necesidade de ter unha certa continuidade no formato dos números. Na infografía presentas o salario dos xogadores en formato do inglés $47,000,000, mentres que no texto optas polo formato máis usado en español 47.000.000. É importante manter a consistencia no uso do formato dos números, elixir unha fórmula e mantela ao longo de toda a…