top of page

El Calvario de desarrollar videojuegos en España

Pese a ser uno de los sectores con mejores previsiones de futuro en todo el mundo, llegar a desarrollar videojuegos profesionalmente está al alcance de muy pocos en nuestro país.


La de los videojuegos es, desde hace años, la industria cultural que más ingresos genera en el mundo; superando incluso a las industrias cinematográfica y discográfica juntas. Los estigmas y prejuicos asociados a los jugadores que se arrastraron durante décadas desde la creación del medio se están disipando, ya que esta nueva forma de expresión artística es apreciada cada vez por más gente. Se estima que hay alrededor de 3 mil millones de jugadores en todo el mundo, según datos de la consultora Newzoo; y el número de personas que juegan en España es de casi 16 millones, como refleja el Anuario 2020 de la Industria de Videojuegos en España.

Se estima que hay alrededor de 3 mil millones de jugadores en el mundo.

Si bien España es un país tan bueno como cualquier otro para los jugadores, desde el punto de vista del desarrollo la situación es muy diferente. Los comienzos del sector en España fueron muy prometedores; pero aquella ilusión inicial pronto sufrió una estocada de la que aún no se ha recuperado. Aunque los principales representantes políticos y empresariales de la industria se empeñen en ensalzar las bondades del empleo en el sector; hablando de sueldos generosos y la satisfacción de crear los juegos a los que siempre quisimos jugar desde niños; la realidad de las condiciones de trabajo en el sector es, siendo generosos, mediocre.

El primer problema que nos encontramos es la vía de entrada al sector. Debido a la relativa novedad de este medio, existe muy poca oferta de formación académica para el desarrollo: un tercio de los trabajadores del sector carecen de formación específica, según este informe elaborado por la división española de Game Workers Unite. Incluso si tenemos la suerte de acceder a unos estudios adecuados, la primera toma de contacto con la industria es decepcionante: menos de un tercio de los trabajadores realizaron prácticas en el sector; y tan sólo la mitad de ellas fueron remuneradas.

Partiendo de que llegar a desarrollar videojuegos profesionalmente es difícil para todo el mundo, hay algunos factores extra a tener en cuenta. El primero de ellos es el factor geográfico.


Cataluña y Madrid concentran más de la mitad de los estudios de desarrollo afincados en el país. Si a ese número le añadimos Andalucía y Comunidad Valenciana; las dos siguientes CCAA con más estudios, nos econtramos con que sólo 4 comunidades reúnen tres cuartas partes del total de empresas dedicadas al desarrollo de videojuegos.

Por si esto fuera poco, si nos remitimos a los datos económicos podemos observar que las empresas de Cataluña facturan un 51% del total del sector en el país mientras que en Madrid esta cifra es del 28%; según el Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos 2020. Aunque estos números puedan parecer disparatados, el fenómeno tiene una sencilla explicación. La industria de los videojuegos está especialmente atomizada, resultando en un tejido empresarial con cientos de microestudios --el 70% de las empresas afincadas en España tienen 10 trabajadores o menos-- y unas pocas grandes empresas con cientos de trabajadores; muchas de ellas divisiones de otras firmas internacionales.

Las empresas de Cataluña facturan el 51% del total del sector.

A efectos prácticos, no es realista pensar en encontrar un trabajo en el sector fuera de Madrid o Barcelona. Obviando el hecho de que mucha gente tendría que abandonar su tierra si quisiera dedicarse al desarrollo de videojuegos; esto presenta un problema adicional. Si bien el salario mediano del sector es de algo más de 1500€, una cifra nada envidiable en estos tiempos (y más teniendo en cuenta la juventud de los trabajadores del sector), el hecho de tener que vivir casi obligatoriamente en la Comunidad de Madrid o en Cataluña supone destinar alrededor de la mitad del sueldo al alquiler --en caso de vivir sólo--, ya que la cuantía media del alquiler era de 819€ mensuales en Madrid y de 693€ en Cataluña; según los datos del Boletín Especial del alquiler residencial de 2019. Esta es una perspectiva bastante optimista, ya que esos datos corresponden al total de cada comunidad, pero no sería descabellado pensar que la mayor parte de los trabajadores vivirán en las capitales de las comunidades o alrededores; lo cual supondrá un alquiler aún mayor en general.


Como no podía ser de otra forma, el otro factor crucial que condiciona el sector de los videojuegos es el género. Aunque en los útlmos años el número de jugadoras ha crecido exponencialmente, llegando a ser prácticamente la mitad del total según el Anuario de 2020 publicado por AEVI; el ámbito profesional sigue siendo un sector profundamente masculinizado.


Las mujeres conforman tan sólo un 18,5% de la fuerza de trabajo del sector. Por si esto fuera poco, la incidencia de trabajadoras con contrato temporal dobla a los hombres con trabajo temporal; aumentando considerablemente la inestabilidad laboral. La situación no mejora si atendemos a los salarios: el salario anual medio y mediano es de 3000 euros menos para las mujeres de la industria.

Además de esto, las condiciones en las que tienen que trabajar son incluso peores: casi 6 de cada 10 mujeres reportan haber sido discriminadas a lo largo de su trayectoria en el sector y un tercio de ellas han sufrido acoso en alguno de sus puestos de trabajo; según el informe de GWU. Desgraciadamente, este problema parece ser endémico a la industria a nivel global, como demuestran los casos de Activision/Blizzard y Ubisoft.

6 de cada 10 mujeres reportan haber sido discriminadas a lo largo de su trayectoria profesional.

Como hemos visto, pese a la narrativa que pretenden vender los cabezas de cartel de la industria, los datos apuntan a un panorama mucho más siniestro para quienes quieran realizar sus sueños y expresar su visión artística a través de los videojuegos. El sector en España está todavía lejos de recuperar el esplendor que alcanzó en sus inicios hace ya casi 40 años; no por falta de talento --ni mucho menos-- si no por la ausencia de una infraestructura que permita la creación de proyectos que generen empleo de calidad y den lugar a videojuegos divertidos, emotivos e innovadores. Por último, esta charla ofrecida por Enrique Colinet (Spec Ops: The Line, Blasphemous) sirve para ejemplificar muchas de las problemáticas que afrontan los aspirantes a esta industria.



1 Comment


angelvizoso
angelvizoso
Jan 31, 2022

Moi ben en termos de estrutura, pois o fío da información é excelente e a aportación dos materiais de visualización a este, tamén.


En canto a estes últimos, quedaría algo de terreo á hora de ter continuidade entre eles. Isto poderíase ter conseguido da man do uso dunha paleta de cores común ás dúas visualizacións e á infografía presentada.


Sinalar tamén que dentro do mapa resultaría máis eficaz ter optado por un rango de cor liñal en lugar dunha división por intervalos. Con este enfoque sería máis sinxelo apreciar as diferenzas entre as Comunidades Autónomas dun xeito máis claro.


Polo demais, ben traballado cos datos e ben elixidas as formas gráficas á hora de representar a información coa que contabas.…

Like
bottom of page