A pesar de que su consumo está extendido entre la población, el alcohol puede conllevar graves problemas de salud tanto a corto como a largo plazo
Podría decirse que el alcohol es la sustancia psicoactiva cuyo consumo se encuentra más normalizado dentro de las costumbres de la sociedad española. Junto al tabaco, ambas se tratan de las sustancias psicotrópicas más habituales entre la población, con un consumo que en el año 2019 alcanzó un nivel del 39,4% para el tabaco y de un 77,2% para el alcohol según se registró en la Encuesta sobre alcohol y drogas en España (EDADES), realizada en 2019 por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (DGPNSD) junto a la colaboración de las comunidades autónomas.
A pesar de que se pueden encontrar ciertas excepciones, en la mayoría de los casos el consumo de las bebidas alcohólicas sigue una serie de pautas y está determinado por una serie de características que son comunes entre la población española. Por ello cabe tenerlas presentes:
De forma general, el consumo de sustancias psicoactivas suele ser más habitual entre la población masculina, registrando la diferencia más notable en el caso del alcohol. Según se muestra en la Encuesta Europea de Salud (EESE) 2020 llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el consumo de bebidas alcohólicas entre el 15 de julio de 2019 y el 24 de julio de 2020 por parte de los hombres ascendió hasta un 74,6%, cifra que en el caso de las mujeres desciende hasta el 56,8%. El siguiente gráfico muestra los datos obtenidos en tal encuesta, resaltando las diferencias entre ambos sexos y teniendo en cuenta además una división por franja de edades:
Frecuencia del consumo
Un consumo irresponsable y descontrolado de bebidas alcohólicas puede dar lugar a diversos problemas de salud. Así como una ingesta desmesurada en un momento dado suele ser perjudicial a corto plazo, las consecuencias de un consumo habitual y continuado suelen manifestarse en un período a largo plazo. Por este motivo resulta relevante contextualizar con qué frecuencia la población recurre al consumo de bebidas alcohólicas.
En este contexto, y según los datos extraídos en la encuesta EDADES, hasta un 8,8% de la población española ha admitido haber realizado un consumo diario de alcohol. Si se diferencia a los consumidores según su sexo, la proporción de hombres españoles que ingieren bebidas alcohólicas cada día (14,2%) es cuatro veces superior a la cantidad de mujeres que llevan a cabo esta frecuencia de consumo (3,4%).
Por otro lado, independientemente del sexo de los individuos, la frecuencia de consumo de bebidas alcohólicas consiste en un patrón de consumo que se hace más presente a medida que aumenta la edad de la población. Es decir, cuanto mayor es el consumidor, más frecuentemente consumirá alcohol. Esta consideración se complementa con la información anteriormente aportada sobre las intoxicaciones etílicas agudas o borracheras, práctica que resulta más habitual en la población joven y cuya costumbre desciende según avanzaba la edad del consumidor, proceso que se realiza a la inversa cuando se trata de la frecuencia de la ingesta de dicha sustancia.
En un contexto europeo, la frecuencia de consumo más habitual varía entre un consumo semanal y mensual. Entre los países que se muestran en el siguiente gráfico, los 10 países de la Unión Europea con mayor volumen de población, España es el que registra el porcentaje más alto de consumo diario (un 13%), mientras que es Italia el país que muestra una proporción mayor de aquellos que no han consumido bebidas alcohólicas en el último año (34,8%).
Unas consecuencias habitualmente ignoradas
Ya sea por razones históricas o culturales, el consumo de bebidas alcohólicas no se trata de una experiencia extraña ni destacable a lo largo de la vida de una gran parte de la ciudadanía, teniendo en cuenta que hasta un 93% de la población española ha declarado en la encuesta EDADES haberlas probado alguna vez en su vida. No obstante, a pesar de que muchas de las personas que consumen alcohol no aparentan sufrir efectos negativos, muchas otras los acaban padeciendo tanto a corto como a largo plazo. Cabe destacar que se trata de uno de los principales factores de riesgo de enfermedad en España, y además de tratarse de una sustancia adictiva que puede generar dependencia, también contribuye al desarrollo de numerosos problemas de salud y lesiones. Por otra parte, el impacto de un consumo irresponsable de bebidas alcohólicas va mucho más allá de la propia persona que las toma, ya que también es uno de los motivos más repetidos en los casos de lesiones por tráfico o violencia.
Desde el Gobierno de España, en concreto desde el Ministerio de Salud, se ha lanzado una campaña de concienciación bajo el lema “ALCOHOL, cuanto menos mejor” que forma parte de la Estrategia y Promoción de la Salud y Prevención en el SNS (Sistema Nacional de Salud). En esta se incluye un vídeo dedicado a informar a la ciudadanía en el que se actualizan los límites de consumo de bajo riesgo de alcohol, con la finalidad de disminuir los problemas de salud, lesiones, daños a terceras personas y consecuencias sociales y económicas que conlleva el consumo de bebidas alcohólicas.
Vídeo resumen "ALCOHOL: cuanto menos, mejor"
Fuentes:
Encuesta sobre alcohol y drogas en España (EDADES) 1995-2019/2020
Encuesta Europea de Salud (EESE) 2020, Instituto Nacional de Estadística (INE)
Eurostat
Ministerio de Sanidad
...y por todo esto, yo no bebo. Muy bien explicado y muy bien estructurado el contenido. Hay un buen ritmo de la narración y todas las partes aportan algo nuevo, por lo que tanto el texto como los gráficos son necesarios y útiles para entender la temática.
En cuanto a los gráficos, hay una clara línea cromática que se mantiene a lo largo de todos los materiales, lo cual es algo a destacar. Está bien elaborado ese "mini libro de estilo" que sirve para que todo entre a formar parte del conjunto.
Optas por la sencillez en los materiales elaborados, pero su funcionamiento es correcto y el tratamiento de los datos en ellos también. Te animaría, eso sí, a revisar…